Anteriormente se creía que el ejercicio físico estaba desaconsejado pero actualmente está demostrado que no es así.
Hay grandes mitos sobre el ejercicio físico tras la extirpación de la mama, entre ellos evitar todo tipo de ejercicio o tratar de eliminar la mayor parte de movimientos del brazo afectado. Sin embargo, al realizar ejercicios de fuerza se ayuda a que la linfa circule mucho mejor y, con unas pautas médicas, el ejercicio será un gran aliado para mejorar la calidad de vida de las pacientes y su posterior recuperación.
Matilde Mora, doctora en Ciencias del Deporte, resuelve varias de estas dudas.