La realidad es que en cualquier momento es idóneo y contribuye a mejorar la calidad de vida de la paciente.
Sentirse abrumada o superada por emociones, tan intensas y complejas es totalmente normal. La visita al psicólogo contribuye a que esta etapa y las emociones asociadas dejen de afectar de forma tan profunda en la vida de la paciente. Es importante buscar mecanismos que nos ayuden a abandonar hábitos negativos e incorporar estrategias para vivir la enfermedad de la mejor forma posible.
El psicólogo clínico Jerónimo Acosta responde a estas cuestiones, aportando luz sobre los diferentes momentos en los que es recomendable la visita a un profesional de la psicología.